EDUCACIÓN EMOCIONAL
Hay que contarles lo que se les quiere. La belleza está en la perfección más imperfecta. Ayer estaba Carla desbocada, alterna momentos. En un episodio la acerqué y le expliqué que no es justo que a su padre, a su hermano y a mí nos trate así, que pensamos siempre en su bienestar. Me miraba orgullosa, desafiante, con rabia,… cambió de tema: ¡quiero la bicicleta! – ‘Ahora la coges. Te estoy hablando. Cuando tú me hablas te gusta que te escuche. A mí también. Te has equivocado y quiero saber si sabes que te has equivocado, si vas a pensar en ello, si lo vas a cambiar,…’ Volvió a mirarme desafiante y orgullosa. Clavó sus ojos en los míos. Su boca evidenciaba rabia, incomodidad, sus ojos, orgullo, ninguna gana de decir que se equivocó...
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