15%, LA DIFERENCIA

15%, LA DIFERENCIA

No me movía de su lado pues esperaba que hablara pero pasaba el tiempo y nada, ni una sola palabra. Me extrañaba que aquel “gordito” me mirase con sus enormes ojos y no pronunciara nada, pero ¿quién era yo para entender de nada? Mis amigos y amigas también tenían hermanos, unos balbuceaban, otros gritaban y los que eran mayores o muchos, incluso se pegaban; mientras que mi gordito, nada. Pasaban los años y seguía sin hablar, sin decir nada, y por mucho que yo viese a otros niños crecer, saltar, brincar, reír, llorar…hablar, …me estaba acostumbrando a esa normalidad, a mi gordito de enormes ojos verdes que no me hablaba. Pero me estaba acostumbrando yo, pues esa era mi casa; sin embargo otros vociferaban: “no es normal que no hable”, “no es normal como mira”, “no...