«CONTROL» DE ESFÍNTER
“Aún no está preparada” me dijo su profesora de la escuela infantil cuando le dije que quería que nos coordinásemos para que Carla dejase de usar el pañal. Acababa de hacer 2 años, ya hacía buen tiempo y quería empezar un programa de entrenamiento de esfínteres para que Carla controlase la micción y la defecación, pero me dijeron que aún no estaba preparada.
¿No está preparada para comenzar a entrenar un músculo?
En algunos países, como en China, los niños y las niñas van sin pañal con lo que el entrenamiento empieza desde bebés, el niño o la niña por descubrimiento aprende que puede estar seco y limpio cuando desee y, al ritmo de cada uno, van controlando los diferentes esfínteres.
En mi caso yo opté por ponerle pañal a mis hijos así que tengo que decidir un momento en que mostrarles que ese recurso (el pañal) lo puse yo ahí, que de otra forma no estaría, para que, sabiendo esto, empiecen a entender que pueden permanecer secos y limpios cuando ellos quieran. No hablo de quitarles el pañal ya y forzarles a que en ese momento controlen sus esfínteres sino de empezar a hacerles ver que son ellos quienes pueden decidir cuándo contraer o relajar su esfínter uretral o esfínteres anales.
Y eso le dije a la profesora de mi hija pero ella siguió insistiendo en que veía muy pequeña a Carla y que aún no estaba preparada.
¿No está preparada para que se le enseñe y que recoja lo que pueda o quiera?
No se trata de prisas, me es igual que tarde 1 mes, 2 o 3 en aprender, solo es el momento en que yo la quiero enseñar, el momento que considero más idóneo porque ya sabe defenderse con el lenguaje, porque ya sabe ponerse la ropa sola, porque hace buen tiempo y puede permanecer desnuda o mojada sin riesgo a un resfriado, porque…bueno, “¡porque yo soy su madre y en virtud a ello he decidido que a partir de mañana Carla empezará un programa de entrenamiento por el que seguramente en dos o tres semana esté sin pañal todo el tiempo que esté conmigo y si no quieren compartir mis enseñanzas pues pónganselo ustedes todo el tiempo aquí!”.
Y eso les dije y así lo hice, empecé con Carla el mismo programa de entrenamiento que había seguido con su hermano, un programa que al principio no fue compartido pero que en dos semanas ya me estaban pidiendo y compartiendo en la antes reacia escuela infantil porque según me transmitieron: “¡funcionaba!”.
Y por ello, porque me ha funcionado con los dos y porque lleva implícito todo lo que considero requiere un niño o una niña a tan corta edad, ahí va el decálogo de mi programa de intervención:
1.- Cuando se decida que se va a comenzar con el programa, tienen que mimarse las condiciones del entorno para que sea cómodo para menor y progenitores el ir al orinal, bajarse la ropa, etc., pues esa situación va a repetirse bastante en los próximos días; así, se dejarán de usar bodies, mallas, etc., se elegirá un orinal del tamaño del niño o la niña, y un reductor de W.C. que le vaya bien, y sí, las dos cosas.
2.- Lo siguiente será mostrar el uso del orinal, para lo que al menos una vez al día se podría provocar que el niño o la niña imitase al adulto sentándose ambos en sus “orinales” respectivos para a la par realizar alguna actividad rutinaria que llame la atención del infante (leerle un cuento, jugar con marionetas,…) y le condicionase a quedarse sentado/a, todo ello teniendo en cuenta que no se trata de obligarle a que permanezca más rato sentado sino de motivarle a que lo haga y, si se levanta, pues se levantó, pues si de primeras no está cómodo en el orinal, no va a querer repetir.
3.- Cuando se observe que el niño o la niña ya aguante sentado o sentada, entonces se empezará la rutina de horarios, esto es, se realizará esta acción varias veces a lo largo del día, por ejemplo cuando se despierta a la mañana, otra vez tras el desayuno, otra a media mañana, después de la comida, después de la siesta, tras la merienda, tras la cena y antes de dormir, y si alguna de estas veces se niega, no se le pone, porque no puede forzársele pues la actividad debe resultarle placentera.
4.- Instaurado lo anterior es el momento de comenzar a sentarle indistintamente en el orinal o en el reductor pues ya el niño o la niña ya sabe que está haciendo algo que hacen sus padres, hermanos,…, y quiere imitarlo exactamente igual y es aconsejable permitírselo.
5.- En todo momento es preciso indicar verbalmente y con un gesto qué se está haciendo, por ejemplo, que se va al baño a hacer pipí aunque no lo haga, para que cuando llegue el primer pipí en alguna de las veces que se le haya puesto, se festeje y muestre al infante de tal forma que vaya equiparando palabra-gesto con acción.
6.- Cuando se vea instaurado el punto anterior, el siguiente paso es abandonar la rutina de horarios para enseñarle que mientras no se va al baño el pipí se aguanta. Esto sólo se consigue si la familia se coordina y hace el esfuerzo de ir al baño sólo en presencia del menor y cuando a él o a ella también se le vaya a poner en el orinal.
7.- Una vez que el niño o la niña haga pipí de manera regular en el orinal, se pasará a quitarle los pañales y que use braga pañal o ropa interior, y se pasará a enseñársele a bajársela, para lo cual, es vital que no tenga otra ropa que le moleste, esto es: pantalones con botones, cremalleras, etc.
8.- Se use braga pañal o ropa interior en el momento que este se manche se le mostrará al infante para que interiorice la necesidad de higiene, pero no como una riña, sino haciéndole ver que se ensució que ahora hay que tirarlo y se tira a la papelera (en caso del pañal) o lavarlo y se mete en la lavadora (en caso de la ropa interior), pero esto debe hacerse en el momento, incluso es aconsejable que sea el niño o la niña quien lo haga, y lleve su calzoncillo o braga a la lavadora.
9.- Según el control que el infante tenga, se le pondrá pañal de noche o no, ahora bien, ¿cómo se sabe qué control tiene?, pues cuando por varias noches seguidas se levante con el pañal seco. Generalmente, cuando se le habitúa al menor a ir al baño nada más levantarse, tiende a no hacerse pipí de noche y aguantar pero como hay de todo, aquí lo importante es atender a eso, a que el pañal esté seco durante al menos 5 días seguidos.
10.- Y por último diría que es enseñarle a limpiarse y a pedirlo con tiempo, pero como desde el principio se ha hecho lo primero y se le ha dicho de ir al baño a hacer pipí acompañado de un gesto, esto va a venir sólo, ahora eso sí, cada vez que lo haga, una fiesta.
Y para que salga bien, sólo tener en cuenta dos premisas:
I. Muchos niños no controlan esfínteres no porque no puedan, no porque no lo entiendan, sino porque no ganan nada con ello, así que pensarán: ¿para qué?; por ello, es vital darles un motivo, hacerles ver que han conseguido un logro mayúsculo a cada pequeño paso, lo que implica nunca jamás recriminarles, reñirles o “castigarles” por no haberlo hecho bien, pues con esta edad, todo lo que hacen está bien, ya que están aprendiendo y aprender es equivocarse.
II. Todo se reduce a confiar en el niño y orientarlo en el proceso de aprender sin obligarle ni imponerle, sino dejándole hacer lo mismo que tú haces, pues eso es lo que quieren: imitar, imitar, imitar,…
Soy consciente de que si dejas a tu hijo que se bañe solo, se dejará espuma tras la nuca, pero eso lo hará la primera, la segunda y a lo mejor la tercera vez,…a la cuarta ya lo tendrá controlado porque las tres primeras veces le picaba y le mostraste que tenía espuma y, además, y lo que es mejor, querrá aprender otra cosa, con lo que no sólo has ayudado a un infante a que se desarrolle, sino a que busque su máximo potencial…así pues dejadlos volar.
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